Ya van más de dos semanas de protesta ininterrumpida ante la refinería de A Coruña, un complejo petroquímico considerada “infraestructura crítica” que, sin embargo, no está debidamente vigilada. Y no por falta de empeño de los profesionales que prestan el servicio de seguridad en la instalación, que les sobra, sino por la falta de medios y de personal que dificulta una tarea de ese calibre.
Ver noticia completa: galiciapress.es