Durante los últos dos meses, en la garita del control A de acceso a El Musel, el principal y ubicado junto a la playa del Arbeyal, no había vigilante y la barrera de entrada se mantenía levantada. Es decir, tanto trabajadores del puerto como paseantes y curiosos podían acceder casi sin restricciones al recinto portuario (que cuenta con cámaras de vigilancia y su propia policía), situación que uno o varios individuos habrían aprovechado para sustraer una camioneta y una furgonetas y salir, con los vehículos robados, por el mismo acceso.
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