Los asaltos a tumbas o sepulturas eran habituales en la antigüedad e incluso el sarcófago de Tutankamón sufrió uno. A día de hoy, en pleno siglo XXI, son mucho menos comunes, pero continúan persistiendo y hasta hay bandas especializadas en cometerlos. No obstante, no es tan frecuente que se “ceben” con un cementerio como le ha ocurrido últimamente al de Montjuïc.
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