Empleados y empleadores mantienen una relación simbiótica que la mayoría de las veces suele ser caótica. Se olvida con facilidad que las desgracias de cualquiera de ellos, más pronto que tarde, afectará al otro factor de la relación laboral. Certificando esta máxima, el personal de seguridad y auxiliares del grupo HispanoSegur, llevan dos años en los que sus ilusiones se han visto convertidas en desgracia profesional, personal y familiar.
La preciosa localidad de Palma del Río, en Córdoba, fue mudo testigo del nacimiento de una modesta empresa, HispanoServis, en el año 2017. No sin esfuerzo, pero con muchas ilusiones, su fundador se iniciaba en el pugilístico mundo de los servicios a los clientes, bailando en la delgada línea legislativa de la Ley de Seguridad Privada.
Según el testimonio de “Ángel”, empleado de HispanoSegur y afectado por el impago de nóminas como otros muchos VS, «Tras una serie de inspecciones y denuncias de la UTSP» correspondiente, a comienzos del año 2018, se funda la empresa HispanoSegur, con sede en la misma localidad palmeña. Los comienzos no pudieron ser más prometedores para el recién creado grupo empresarial. Un año después, en 2019, la prestigiosa revista Forbes pensó en incluir a HispanoSegur, como “Empresa Gacela” de ese año, por la rapidez en el desarrollo de clientes, personal contratado y facturación, cercana a los 2,5 millones de euros.
La mitología griega suele ser un espejo en el que la humanidad proyecta sus deseos e ilusiones con los que enfrentarse a la vida diaria. Uno de esos mitos relata las peripecias y la desgracia de “Ikaros” o Ícaro, hijo de la esclava llamada Náucrate y del arquitecto Daídalos, constructor del laberinto en el que estuvo retenido el Minotauro en Creta. La historia es bien conocida y no voy a extenderme. Sólo recordar cómo Ikaros, orgulloso por el éxito de su huida, se acercó tanto al Sol que terminó desplomándose a tierra.
Lamentablemente, como ocurriera con Ikaros, detrás de tanto éxito publicitario, de tanta prensa asombrada, de la apertura de oficinas por España, Portugal, Marruecos o Dubai, la realidad del personal contratado por HispanoSegur era otro bien distinto. Muy alejado de las luces de bohemia que encandilan a los empresarios noveles de rápido crecimiento, la principal herramienta comercial de toda empresa de seguridad, los VS, se oxidaban por abandono a marchas forzadas.
La actuación empresarial del “Ikaros de la Seguridad Privada” no podía tener mejor salida que su símil mitológico. Según Ángel, a los problemas con «Hacienda y la Seguridad Social», se unió casi de inmediato «el retraso en el pago de las nóminas». Cuestión nada banal para unos VS que, en más de una ocasión deben desplazarse hasta «80 ó 90 km para llegar a su centro de trabajo», con las consabidas y larguísimas jornadas de trabajo sin derecho a comida, ni descanso laboral, más allá del bocadillo entre entrada y salida de personal o transportes.
El escenario de un nuevo escándalo empresarial dentro de la Seguridad Privada estaba servido. Como suele ocurrir en este sector, los empleados de HispanoSegur, principalmente en las localidades de Sevilla, Málaga, o Granada, no gozaban de la supuesta gloria económica de la empresa.
Apenas hace unos días que en el ayuntamiento de Sevilla se debatió una moción presentada por el Sindicato Profesional de Vigilantes y por Adelante-Sevilla para que el consistorio realizara acciones concretas contra HispanoSegur. En una primera instancia la moción fue apoyada por Vox y Adelante-Sevilla (Podemos). PSOE (que gobierna la alcaldía), Partido Popular y Ciudadanos, se negaron a secundar la moción. Se ejecutarían las medidas económicas contempladas en el contrato de adjudicación del servicio.
Pero esta es una medida local que sólo redundará en la crisis, pues no contempla a los Vigilantes de Seguridad afectados como beneficiarios de la resolución de la alcaldía, sino medidas económicas contra la empresa deudora, lo que redundará aún más en el problema para unos profesionales de la seguridad que continúan realizando sus funciones sin sueldo.
En 2019, el CEO y fundador del grupo HispanoSegur, reconocía al periódico digital ABC-Córdoba, que el éxito de la empresa se debía a que «tocamos mucho fútbol», y a los «recursos públicos». Basándose en esta cuestión, podría argumentarse que los actuales problemas económicos de la empresa se deben a la pandemia por coronavirus y a la paralización casi absoluta de las actividades deportivas privadas, así como, las subvencionadas del ámbito público. Pero, esta conclusión no sería real, pues los impagos, si tenemos en cuenta las declaraciones de los propios afectados, comenzaron meses antes de la pandemia, justo en ese año 2019, donde el Sol brillaba hasta quemar las alas del “Ikaros de la Seguridad Privada”.
Como en los mitos, el orgullo y las pasiones humanas, no sólo causan reacciones dramáticas en los protagonistas de las historias de la vida diaria. Por lo general, las principales víctimas, suelen ser aquellos personajes que complementan y hacen posible todo mito, leyenda, historia o vivencia, sea esta personal, social, familiar o simple aventura económica.
Esto mismo es lo que viene ocurriendo con el personal de seguridad privada y auxiliares pertenecientes al grupo HispanoSegur. Víctimas del orgullo y la sinrazón empresarial, hoy se encuentran con las ilusiones vitales más simples rotas en mil pedazos por la desilusión y el abandono que sufren desde la dirección de la empresa a la que pertenecen.
Desconfiados por una legislación laboral que no les garantiza el pago de sus nóminas atrasadas y con la mirada perdida en unos clientes que se devanean entre la inoperancia y el desinterés por sus problemas económicos, los días de estos profesionales se debaten entre el deber y la desesperación.
El futuro, aunque poco esperanzador a corto plazo, podría tener un resultado final satisfactorio si, acciones como las iniciadas por algunas instituciones, como ARSEPRI, SPV, Vox, o Adelante-Sevilla, logran que la caída de Ikaros no tenga como colchón amortiguador la vida profesional y familiar de los VS de HispanoSegur.
A Wilbur Wright, uno de los hermanos pioneros de la aviación, se le atribuye que “Los hombres llegan a ser sabios, así como ricos, más por lo que guardan que por lo que reciben.” Lástima que el grupo empresarial de HispanoSegur, con su CEO fundador a la cabeza, no conocieran esta máxima de Wright. Se habría podido evitar la desgraciada situación económica y familiar en la que se encuentra el personal de seguridad a su cargo. Personas que se sienten quemadas, arruinadas, y sin alas para poder continuar su vuelo vital, por culpa de un nuevo Ikaros de la Seguridad Privada, que tan rápidamente como ascendió a los cielos, está cayendo a los infiernos del tártaro de la desgracia por acercarse al sol de la orgullosa fama.
Por mi parte tan sólo me resta decir que, desde ARSEPRI, seguiré con interés la evolución de los acontecimientos, que serán plasmados en nuevos artículos que ya están en preparación. Aunque el sendero de la solución sea largo y tortuoso, en estos días aciagos, ¡Mucho Ánimo!
Saludos y Gracias por estar ahí.
Rafa Montilla