El sector de la seguridad privada en Baleares se ha cansado del nulo reconocimiento laboral hacia un colectivo que tiene que enfrentarse diariamente a situaciones de riesgo y agresiones constantes a su personal.
Tan solo en la estación Intermodal de Palma, cada mes se produce como mínimo una agresión física al personal de seguridad y las amenazas e insultos son diarias. Los vigilantes exigen seguridad jurídica y más medios materiales. Además, denuncian que pese a sufrir agresiones, no se les tiene en cuenta a la hora de priorizar su vacunación contra el coronavirus. www.mallorcadiario.com