Agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), los antidisturbios de la Policía Nacional, tuvieron que desplazarse hasta en dos ocasiones al hospital de Son Espases para evitar que medio centenar de personas, familiares de una paciente ingresada, se atrincherasen en el interior del recinto. En un momento dado, el patriarca de una familia gitana exigió a los vigilantes de seguridad que les dieran habitaciones para todos ellos para evitar altercados. Fue en ese instante, cuando desde la seguridad del hospital de referencia y cumpliendo las órdenes directas de la gerencia del centro se solicitó la presencia policial.