Una de las consecuencias de ahorrar costes en seguridad privada:
Tras ser rechazado por la jueza, el condenado decidió esperar en la calle a que esta saliera del edificio. Destornillador en mano, cuando la mujer apareció por la puerta, se acercó a ella y comenzó a apuñalarla. Varios viandantes consiguieron tras unos segundos reducir al agresor, que fue detenido por la Guardia Civil minutos después.