Una jubilación forzosa es declarada improcedente porque al trabajador no se le comunicó su reemplazo.

Una jubilación forzosa es declarada improcedente porque al trabajador no se le comunicó su reemplazo.

El Juzgado de lo Social número 26 de Barcelona ha declarado improcedente una jubilación forzosa por no comunicar al trabajador afectado a qué persona que se contrataría o a quién se le cambiaría el tipo de contrato para sustituirle. La empresa deberá readmitir a este trabajador o pagarle una indemnización de 8.702 euros.

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