Para conseguir su objetivo, los atacantes utilizaron la violencia. Un vigilante de Metro que estaba librando y paseaba por la calle del Arenal vio acercarse corriendo a varios de los agresores, de entre 16 y 27 años, en sentido Ópera. En cuanto le vieron, tomaron a la carrera la calle de las Hileras. Cuando le vieron, cambiaron de rumbo.
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