El sector de la seguridad está cambiando rápidamente en España. Hasta hace relativamente poco tiempo, su imagen se asociada a la de la vigilancia en el más literal sentido: una persona que protegía un recinto. Sin embargo, la electrónica gana terreno a pasos agigantados, hasta el punto de que hoy no se entiende un proyecto de seguridad sin ese componente tecnológico.
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