La COVID 19 ha convertido los hasta ahora bulliciosos aeropuertos de nuestro país, potencia mundial turística, en solares donde casi no transita gente.
Hoy se publicaron noticias de las extrañas imágenes que deja está situación en los aeropuertos de Barcelona y Girona (puedes leerlas en metropoliabierta.com y la vanguardia.com).
Esto, sumado a las dificultades para encontrar empresas que quieran licitar en los pliegos de contrato de la seguridad aeroportuaria, dadas las complicadas condiciones que impone AENA (AENA saca a subasta la seguridad de los aeropuertos) deja a los empleados de seguridad privada de servicio en estas infraestructuras críticas en una angustiante situación de incertidumbre.
Desde ARSEPRI esperamos que las administraciones públicas incluyan al personal de nuestro sector afectado en los posibles planes de ayuda y recuperación, y que no queden fuera de ellos por ser una actividad complementaria de aerolíneas, touroperadores y comercios aeroportuarios. Deben recordar que somos esenciales para su funcionamiento, y se nos pide un alto nivel de exigencia, tanto en la formación, como en las condiciones de trabajo, como puedan ser las de un operador de scanner, en cuyos ojos está puesta la seguridad de cientos de viajeros.