Mientras que la juventud es un gran activo para las empresas y recursos humanos, la edad suele ser mirada con recelo. Aún cuando esta va asociada en la mayoría de los casos a una larga trayectoria y experiencia.
El conocido como talento senior se enfrenta a numerosos prejuicios y clichés al afrontar una búsqueda de nuevas oportunidades laborales: son considerados inflexibles, con menor ilusión, capacidad de adaptación y carencias en lo digital. Por supuesto salen más caros, motivo por el cual suelen a ser los primeros en perder su puesto cuando las cosas se complican en las compañías.
Recurrir a la red de contactos, mantenerse actualizado en la formación y saber construir una buena marca personal son técnicas claves que según los especialistas consultados pueden ayudar a encontrar trabajo cuando se tiene más de 50 años.
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