Antes de cometer los ilícitos una vez elegían el inmueble, la banda lo sometía a una vigilancia para obtener los datos necesarios para cometer el robo con éxito, lo perpetraban por la noche, asegurándose la ausencia de vigilantes de seguridad y moradores e inutilizando previamente los sistemas de alarma. Dentro del dispositivo de vigilancia establecido en la isla de Ibiza, una patrulla de la Guardia Civil de Santa Eulària sorprendía a los ahora detenidos, que intentaron realizar una maniobra evasiva mientras circulaban con un vehículo de alquiler por la zona de Santa Gertrudis, logrando detenerlos pese al intento de huída que llevaron a cabo.
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